La eficiencia de los Programas de Metadona (PMM) en los adictos a heroína.

En breve se completarán tres décadas de vida de los Programas de Mantenimiento con Metadona  en Canarias. Se trata de un fármaco que se administra a personas adictas,  como sustitutivo de la heroína o de cualquier otra droga derivada de los opiáceos, a la que se haya generado dependencia. 

La instauración de los PMM en los años 90 fue la causa directa de la caída de la delincuencia asociada a la adicción a la heroína, los pacientes ya no tenían que delinquir para conseguir la droga, tenían acceso gratuito a un fármaco que modulaba sus deseos de consumo y les permitía mantener la abstinencia.

La capacidad de abstinencia que permite la metadona facilita a la persona alcanzar un cierto grado de normalidad en su vida, tanto es así que aproximadamente un 70% de las personas adscritas a un PMM inician rutinas normalizadas como conseguir un trabajo o hacerse cargo nuevamente de la familia de forma adecuada.                                      

Por otro lado, el acceso a los PMM acerco a personas marginales a los centros de salud para la detección y tratamiento de enfermedades asociadas o no a su problema de adicción. Del mismo modo, facilita la intervención de los profesionales de drogodependencia para modular el consumo de otros tóxicos y apoyarles en la normalización y reinserción social.

Con la instauración de los PMM se frenó la incidencia del VIH, la hepatitis C y otras enfermedades asociadas al consumo endovenoso de drogas. Tanto es así que en Canarias difícilmente encontraremos un consumidor de drogas por vía endovenosa que no sea «importado» o extranjero.

Así mismo este programa va más allá de la asistencia sanitaria que presta a personas adictas a los opiáceos. Un equipo de apoyo que cuenta con psicólogos y trabajadores sociales se encarga de abordar otros aspectos problemáticos de las drogodependencias relacionados con la salud mental, con el deterioro  social y la pobreza.

Durante el confinamiento por Covid19, los PMM no solo aseguraron las dosis del fármaco necesarias para cada paciente sino que participaron en el reparto de alimentos entre los sectores más desfavorecidos de la población.

En la actualidad los PMM están prestando asistencia a pacientes con dolor crónico que han desarrollado una dependencia de los analgésicos opioides que se le prescribieron para tratar el dolor. Estos analgésicos son altamente adictivos y en ocasiones se pierde el control sobre ellos. Las últimas investigaciones señalan a la metadona como el analgésico opioide, no adictivo, más interesante en el tratamiento del dolor crónico.